Los procesos metalúrgicos de fundición y refinado de minerales sulfurosos, como el cobre, el plomo, el zinc, el níquel, etc., producen un gas residual que contiene polvo, vapores metálicos y dióxido de azufre que debe ser tratado antes de su vertido al medio ambiente. El método más común para tratar el gas es una planta de ácido sulfúrico con limpieza de gas previa.
Dabei wird mittels des Kontaktprozesses das gereinigte SO2 im Gas katalytisch zu SO3 oxidiert und anschließend zu Schwefelsäure umgewandelt.